¡Ni miope ni sordo!

Alguna vez escuché acerca de un ciudadano que insistía en continuar visitando a sus médicos para seguir siendo atendido, ya que según él tenía una seria enfermedad, pero los doctores le aseguraban que él de nada sufría.  El hecho es que el hombre hacía hincapié y decía al otorrinolaringólogo que lo que oía de la gente era diferente de lo que veía, y al oftalmólogo le decía que lo que veía era diferente de lo que oía.  Felizmente el hombre estaba sano, oía y veía muy bien, pero era afectado por las incoherencias de las personas en su comunidad.

Vivimos en un mundo donde las apariencias se tornaran más importantes que la realidad. El marketing nos vende una ilusión inalcanzable, pero todos la seguimos como si nuestra vida dependiera de ella. Basta con que una celebridad se vista diferente o haga alguna tontería para que al día siguiente la imitemos y todos nos parezcamos y luzcamos como tontos.  Tanto es así, que buscamos compulsivamente lucir su ropa y su manera de vivir, como sí eso pudiera cambiar nuestra realidad.

A diferencia de eso, las enseñanzas de Jesús nos llevan a alinear nuestros pensamientos, palabras y acciones de tal manera que pasamos a ser completamente íntegros, o usando el término teológico completamente santos.  Tan grande era la integridad del Maestro, que en cierta oportunidad él mencionó que si tuviésemos pensamientos impuros hacia otra persona, eso ya era como si hubiésemos adulterado con ella.

Ser lo que uno no es o no ser lo que uno es, son diferentes síntomas de una vida enferma de egocentrismo. La Palabra de Dios entre tanto nos llama a ser Cristo-céntricos y Cristo nos llama a priorizar al prójimo.  Cuando seguimos esas enseñanzas nosotros somos cambiados y podemos ser agentes de cambio a nuestro alrededor.

Quizá en vez de ser espectadores y sufrir por nuestro entorno, debemos permitir que Jesús nos trasforme de adentro hacia afuera y pasemos a ser actores que celebran a Cristo en medio de nuestra comunidad.

¿Cuáles enfermedades de la comunidad nos pueden contagiar? ¿Cómo podemos celebrar a Cristo en nuestra comunidad? 

(Intención impura, Mateo 5:27-28 – El gran mandamiento, Mateo 22:34-40)

Comentarios

  1. Tener Carácter. Identidad clara de quienes somos en Cristo. Influenciar con alegría y firmeza las Convicciones que dirigen nuestra vida. El mundo siempre buscará influenciar en nuestra manera de pensar trayendo formas, estilos y escusas. Pero mayor es el que está en nosotros que el que está en este mundo.
    Gracias por la reflexión comisionado. Un abrazo a la distancia.

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  2. Pablo nos instruye a NO conformarnos a este siglo (a este mundo y sus deseos pasajeros, temporalis), sino que seamos renovados, transformados de adentro para afuera (Rom. 12:2).
    Prov. 22:6 nos recuerda cada dia a Instruir a nuestros hijos en el camino del Señor.
    Tambien Prov. 3:1 dice "Hijo mio no te olvides de mi ley, y en tu Corazon guarda mis mandamientos..."
    Solo los tres (3) pasages a los que hice referencia nos dan instrucciones simples y claras. No tengo que profundizar , solo quiero apoyar el comentario del Comisionado,
    Nos conformamos, a este mundo y todas las cosas que tiene y a las que vienen.
    No nos renovamos, no nos transformamos, decimos que queremos, pero no lo hacemos.
    Solomon nos dejo estas instrucciones: Prov 3:1 : ... No te olvidez y guarda..."
    Caimos en la trampa de la TV, el Cine, la moda, inclusive bajamos el nivel de exigencies de Jesus. Bajamos los estandares de Jesus a los nuestros. Es por eso que nos conformamos a este siglo.
    Los jovenes y muchos adultos siguen la moda, los estilos. No fueron instruidos a tiempo. Perdieron la moda de Cristo. Se copiaron y les gusto la copia, desecharon el original.
    Seguimos las atracciones y tendencias del mundo, y se nos olvido que no somos de esta mundo.
    Dejamos al Viejo hombre y sus deseos, pero mantenemos su telefono, su direccion, su correo electronico, facetime, facebok, twiter, whatsapp, etc, tenemos todas las formas de contacto con el Viejo hombre, es dificil cambiar ese patron de vida.
    Estos no han tenido in encuentro real y complete con la salvacion en Cristo Jesus.

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